Mis
cuentos pendientes de 2018
Acaba
el año y me apetece hacer recuento y valoración de mis lecturas de
este período. Por la combinación de circunstancias familiares y
laborales, he tenido meses de muchas lecturas y otros de menos. Al
final, como veo que es costumbre en mis últimos años, el total de
libros (aunque creo que en esto como en tantas cosas no se trata de
cantidad) ronda los 100. Este año he anotado 109 libros. Otros años,
llegando a estas fechas, elaboraba una lista de 10 libros (con
distintas trampas para colar siempre alguno más), sin separar
géneros. Pero esta vez creo que me apetece más clasificar (con lo
tramposo que es a su vez esto) mis lecturas por alguna característica
(más que género) y destacar unas pocas en cada uno de esos grupos.
He releído más que otros años y he ido leyendo como viene siendo
tendencia ya en los últimos años más ensayo y no – ficción, en
algunos meses casi tantos libros de estos como de ficción. Sigo tachando clásicos
pendientes, aunque siempre quedarán huecos por ahí, y siempre habrá
clásicos que no me atraigan (como a cualquier lector), y aunque mi
memoria trataba de engañarme diciéndome que no había leído
demasiados libros de cuentos, resulta que han sido 16. Incluso nunca
hubiera dicho que había leído 7 cómics, y resulta que sí, así
que hasta recomendaré alguno. Normalmente leo bastante novela negra,
y cuando no es negra, de terror, y este año también (unas 15), pero
debo reconocer que ninguna ha quedado especialmente en mi memoria,
quizá la mejor ha sido Tiempos oscuros, de John Connolly, una
buena entrega de su serie de Charlie Parker, pero tampoco un libro a
recordar, y a ratos Corrupción policial de Don Winslow, un autor con
el que insisto e insiste el mercado editorial pese a que nunca ha
vuelto a acercarse al nivel de El poder del perro. Me ha
costado hacer una diferenciación clara entre novelas de ficción,
autoficción y narrativa no – ficcional, porque mucha autoficción
tocaba por sus extremos a cualquiera de las otras dos, y no sabía
muy bien qué hacer con las novelas que no son de autoficción pero
que juegan a parecerlo, así que bajo esas etiquetas hay a veces
artefactos narrativos que realmente no tienen demasiado que ver unos
con otros. Lo importante, y quizá sea lo esencial al final, es que
los libros que destaco considero que merecen una lectura, más allá
de dónde podamos (o queramos o debamos) clasificarlos, o si lo mejor
sería no clasificar tanto.
Empezaré
con la narrativa larga
Novela
traducida.
Me refiero a novela traducida más o menos contemporánea (porque
luego decidir qué es o no un clásico es difícil, y siempre
arbitrario, como ese stand de la librería de El Corte Inglés de
Goya donde dice: Clásicos hasta Generación del 27, pero te puedes
encontrar libros de García Márquez, Rayuela de Cortázar o
El túnel de Sabato). Es el grupo al que puedo asignar mayor
número de lecturas (algo más de 40), entre las que destaco
especialmente
1. GB84, de David Peace (Hoja de Lata)
2. No, mamá, no, de Verity Bargate (Alba)
3. Némesis, de Philip Roth (Mondadori)
4. Tránsito, de Rachel Cusk (Libros del Asteroide)
1. GB84, de David Peace (Hoja de Lata)
2. No, mamá, no, de Verity Bargate (Alba)
3. Némesis, de Philip Roth (Mondadori)
4. Tránsito, de Rachel Cusk (Libros del Asteroide)
Novela
en español
¿Sólo uno? Sólo uno. He leído menos novela en español que
traducida, es verdad, unas 10 novelas, y por honestidad intelectual
(por ponerle un nombre) he decidido no destacar dos libros que me han
gustado al mismo nivel (al menos) que el de Sara Mesa, pero que han
escrito amigos y que además me invitaron a presentar, y me parece
siempre feo destacar: El libro de mis amigos, ese mismo que yo
presenté, es muy bueno, de lo mejor del año. Así que los vuelvo a
dejar recomendados, pero no los meto a competir, por decirlo de
alguna manera, son: Cariño, de Miguel Ángel González, y
Distinta Clara, de Alba Ballesta, y ambos tuvieron reseña en
su momento.
Clásicos
¿Dónde empiezan y terminan los clásicos?
Supongo que llamo clásico a todo libro que está en un panteón, que
ya no se discute, y como decía alguien, que casi no se lee.
Novelistas del XIX, Premios Nobel, esas cosas. A los clásicos nos
acercamos a veces con una reverencia, y con temor a no entenderlos.
Nos acercamos a veces también con medio bostezo ya en la boca, y la
verdad es que lo apropiado sería plantearse que algo tendrán cuando
llevan décadas o siglos leyéndose. Muchos de los que he leído este
año, aparte de más o menos importantes y destacables por sus
cualidades literarias, han sido lecturas muy entretenidas. Me
pregunto ahora por qué no había leído antes libros como:
1. Las palmeras salvajes, de William Faulkner (Edhasa)
2. Los Buddenbrook, de Thomas Mann (Edhasa)
3. La caída, de Albert Camus (Alianza)
4. Los papeles póstumos del Club Pickwick, de Charles Dickens (DeBolsillo)
1. Las palmeras salvajes, de William Faulkner (Edhasa)
2. Los Buddenbrook, de Thomas Mann (Edhasa)
3. La caída, de Albert Camus (Alianza)
4. Los papeles póstumos del Club Pickwick, de Charles Dickens (DeBolsillo)
Ensayo
(o aproximaciones cercanas)
Teniendo un concepto elástico del ensayo (o sabiendo, sencillamente,
que bajo el nombre de ensayo puede haber textos de ambiciones,
construcciones y formas), cada vez disfruto más metiéndome en sus
páginas, flipando con la realidad como a veces me cuesta hacerlo con
la ficción, igual que me pasa con los documentales y las series
documentales en vez de con el cine. Aquello de que la realidad supera
a la ficción se convierte muchas veces en una verdad, como cuando he
leído:
1. Historia alternativa del siglo XX, de John Higgs (Taurus)
2. Cronometrados, de Simon Garfield (Taurus)
3. Del boxeo, de Joyce Carol Oates (DeBolsillo)
4. Las especias: historia de una tentación, de Jack Turner (Acantilado)
5. Biblioteca bizarra, de Eduardo Halfon (Jeckyll y Jill)
1. Historia alternativa del siglo XX, de John Higgs (Taurus)
2. Cronometrados, de Simon Garfield (Taurus)
3. Del boxeo, de Joyce Carol Oates (DeBolsillo)
4. Las especias: historia de una tentación, de Jack Turner (Acantilado)
5. Biblioteca bizarra, de Eduardo Halfon (Jeckyll y Jill)
Autoficción y No – ficción:
Estos libros podrían estar en otras de las
categorías, pero he decidido agruparlos aquí, sabiendo que uno
además es simplemente una biografía.
1. Fun Home, de Alison Bechdel (Reservoir Gráfica)
2. La casa de los lamentos, de Helen Garner (Libros del KO)
3. El dolor de los demás, de Miguel Ángel Hernández (Anagrama)
4. Open, Memorias de André Agassi (Duomo)
1. Fun Home, de Alison Bechdel (Reservoir Gráfica)
2. La casa de los lamentos, de Helen Garner (Libros del KO)
3. El dolor de los demás, de Miguel Ángel Hernández (Anagrama)
4. Open, Memorias de André Agassi (Duomo)
Libros
de cuentos
Conozco pocas sensaciones tan difíciles de olvidar como caerte en un
libro de cuentos realmente potente. Quizá solo darte cuenta de que
estás escribiendo uno y que está funcionando (sin pretender
comparar niveles, claro). ¿Cómo debió sentirse Gógol por ejemplo
escribiendo en un breve periodo de tiempo obras maestras consecutivas
del relato como El capote, La nariz y La avenida
Nevski? ¿Cómo no sentirnos hoy impresionados ante algo así? A
Gogol lo pongo en la lista aunque es en cierto modo relectura, ya que
leí hace dos años una colección con sus cuentos completos, y
estos, claro, estaban allí (y ya veo que los destaqué como los
mejores). Aún así, no ha sido el libro de cuentos que más me ha
llenado en este año de lecturas. Y algunos que he leído aunque no
los he situado en la lista me parecen también muy buenos (Pájaros
en la boca y otros cuentos, de Samantha Schweblin o Las cuatro
estaciones, de Ana Blandiana, por ejemplo).
1. Cuentos escogidos, de Joy Williams (Seix Barral)
2. Cuentos de San Peterburgo, de Nikolai Gógol (Alianza)
3. Cuentos escogidos, de Shirley Jackson (Minúscula)
4. Estabulario, de Sergi Puertas (Impedimenta)
5. En el corazón del corazón del país, de William H. Gass (La Navaja Suiza)
1. Cuentos escogidos, de Joy Williams (Seix Barral)
2. Cuentos de San Peterburgo, de Nikolai Gógol (Alianza)
3. Cuentos escogidos, de Shirley Jackson (Minúscula)
4. Estabulario, de Sergi Puertas (Impedimenta)
5. En el corazón del corazón del país, de William H. Gass (La Navaja Suiza)
Descubrimientos,
rarezas, rusos que han ido apareciendo en mi vida
Hay libros que
aparecen sin esperarlos, o libros que nunca pensaría que iba a leer
(con esos títulos, con esos resúmenes), libros a los que llegas
desde otros libros, o autores que caen por casualidad en tus manos y
te obligan a apuntar sus nombres. Eso me ha pasado con algunos libros
este año, como me pasa todos, y ha sido constante durante todo el
año la aparición de autores rusos poco conocidos (al menos para
mí), algunos autores de género (negro, de ciencia – ficción,
espías) rusos y alguien a quien seguiré descubriendo, Sergei
Dovlatov.
1.
Retiro,
de Sergei Dovlatov (Fulgencio Pimentel)
2. Moscú 2042, de Vladimir Voinovich (Automática)
4. Magma, de Lars Iyer (Pálido Fuego)
Cómics
Ya colé Fun Home en la parte de autoficción. También me han
emocionado los dos primeros volúmenes de la serie Los combates
cotidianos, del francés Manu Larcenet (Norma Editorial). Me
quedan otros dos que caerán a principios de 2019.
Fuera
de categoría
Nunca pensé que acabaría leyendo un libro como Las confesiones
de San Agustín de Hipona (Tecnos). Un amigo lleva años
recomendándolo, y siempre me sonó a recomendación friki. Otra
amiga me lo regaló hace unos años y dormía en mis estanterías
hasta que este verano lo cogí y estuve leyéndolo y releyéndolo
durante muchas noches. Supongo que es un libro que normalmente se
leerá desde la fe, y yo lo he leído desde lo ajeno y como un
artefacto literario. Y como obra literaria me planteé que puede ser
el libro con el que empieza toda la autoficción que haya podido
venir después. Y entre reflexiones lúcidas y miradas en un espejo
cruel disfruté mucho de él. Tanto que sigue en mi mesita, como algo
que leer de vez en cuando, más en busca de consuelos que de
consejos, como contaba Philip K. Dick que hacía con el I Ching.
Pero creo que es un libro tan distinto que no tiene sentido tratar de
colarlo en una lista de lecturas del año, entre novelas, cuentos y
ensayos.
Por no romper del todo la continuidad con otros años, he ido
decidiendo, según escribía estas líneas y aclaraba mis propias
ideas y jerarquías, dar un listado del 1 al 10, tentativo, lleno de
dudas, pero que trate de resumir lo resumido.
1.
GB84, de David Peace
2. Las palmeras salvajes, de William Faulkner
3. Cuentos escogidos, de Joy Williams
4. Historia alternativa del siglo XX, de John Higgs
5. Cara de pan, de Sara Mesa
6. No, mamá, no, de Verity Bargate7. Cronometrados, de Simon Garfield
8. Cuentos escogidos, de Shirly Jackson / Estabulario, de Sergi Puertas
9. Fun Home, de Alison Bechdel
10. Némesis, de Philip Roth
Todos los títulos que he incluido en esta entrada son, en cualquier
caso, grandes libros, que me han hecho disfrutar y sentir algo
distinto. Espero que algún lector decida apuntarlos y darles una
oportunidad, lo agradecerá.
Felices lecturas
Seguiremos leyendo en 2019
Sr. E
Tomo nota, Mr. E.
ResponderEliminarAunque tengo una duda, a qué velocidad sueles leer. Quiero decir, cuántas páginas aproximadamente supone para ti una hora de lectura. No sé si te lo has planteado antes. Siempre me ha encantado leer, pero presiento que soy excesivamente lento. En una hora no puedo leer más de 30 páginas o 40 a lo sumo. ¿Cuál es el secreto para leer cien libros cada año? ¿Te vas saltando líneas? ¿Capítulos? ¿Lees mientras trabajas? ¿No duermes? ¿Cómo va eso?
Jajaja, no sé, creo que si calculo leeré unas 60 páginas por hora. Es verdad que hay ciertos libros (más comerciales o más simples) que lees más en diagonal, al revés otras prosas te hacen ir más lento. 100 libros al año al final son 2 a la semana, si saco 2 horas de lectura en un día laborable (el transporte público en las grandes ciudades ayuda mucho) y algo más los fines de semana, salen las cuentas.
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