Lou
Reed era español,
de Manuel Vilas (Malpaso)
Antecedentes:
Leí una entrevista que le hicieron a Manuel Vilas en la revista Jot Down en la que decía algo así como que España no iba bien
porque tenía un desfase histórico que hizo que cuando en el mundo sonaba la Velvet Underground aquí sonara El dúo dinámico. Aceptando como
hiperbólico el hecho de que en el mundo sonaba la Velvet, en el sentido de que
no es que fuera la música mayoritaria precisamente en el mundo, sí es verdad
que aquí teníamos al Dúo Dinámico y
eso quizá marca algo. Este libro, entre otras cosas, habla del desencuentro
entre un país, España, y un gigante el rock, Lou Reed. Los dos llevaban gafas
de sol.
Antecedentes personales:
Cuando no había internet, o al menos no lo había en mi casa, que es lo que me
importaba a mí, y no teníamos acceso a tanta música que nos llega a nublar el
sentido como hoy en día, encontrarte con ciertos discos era cuestión de
casualidad. En casa de algún amigo con padres melómanos o con algún hermano
mayor, di con un disco llamado Set the
twilight reeling, recién salido. Lo escuchamos y me volvió loco. Mi amigo
me lo copió (con perdón por los derechos de autor perdidos, pero sí había ya
grabadoras en casi cualquier ordenador) y lo estuve escuchando durante meses.
Me gustaba la voz grave, vieja y un tanto monocorde que dominaba aquel disco,
que recitaba a ratos y a ratos explotaba con furia. Me gustaba aquella manera
de subir y bajar de la guitarra, y el modo en que ensuciaba con ruido la
melodía. Yo escuchaba a Lou Reed sin saber quién era Lou Reed y encontraba algo
místico allí. Y he reencontrado esa sensación en el libro de Manuel Vilas.
Luego nos hacemos mayores y sabemos demasiado, y nunca podremos acceder, a
cierta edad, a escuchar ciertas músicas, ver ciertas películas o leer ciertos
libros sin tener la cabeza llena de referencias previas.
Una pequeña convergencia entre el
libro, la relación de Manuel Vilas con Lou Reed y la mía:
Con aquel disco, Set the twilight reeling,
un disco que supongo que es menor en la discografía de Lou Reed, Lou Reed vino
en el año 2000 a dar un concierto a 20 km de mi casa, a Murcia. Yo me enteré al
día después del concierto leyendo el periódico de mi padre. Manuel Vilas estuvo
aquel día viéndolo. En 2002 leí, mientras debía estar repasando para la
selectividad, una biografía de Lou Reed escrita por un tal Victor Bockris. La
verdad es que la nota de selectividad no me importaba demasiado, porque no
pretendía entrar a una de esas carreras muy competidas. Me leí aquellas 400
páginas en menos de una semana, y recuerdo su subtítulo: Las transformaciones de Lou Reed. Vilas vio en Reed un profeta.
Para mí nunca ha sido el número 1, pero siempre ha estado en mi top ten de
referencias. A los 18 años estás en transformación, terminando las adolescentes
e imaginando las adultas. Y Lou Reed en esas 400 páginas, que lo abandonaban
después de ese Set the twilight reeling
con el que yo había llegado hasta él, no había dejado de transformarse.
Transformaciones:
La referencia a las transformaciones es fácil, pues Transformer fue el título de su segundo disco en solitario, quizá
el primero que llegó a más público, el que contiene la famosa Walk on the wild side y con el que se
mostraba separado de lo que lo había hecho tan famoso como llegara a serlo en
los años de la Velvet. Leí una vez que alguien dijo que la Velvet no fue tan
importante por la cantidad de discos que vendió como porque todos los que
compraron sus discos montaron su propio grupo. Lou Reed no paró de
transformarse desde que llegó a Nueva York y se encontró con aquel grupo de
enrollados con los que cambió la historia del rock. Nunca paró de transformarse.
De apariencia, música, compañías. De pasado. Siempre fue una apisonadora que
fue huyendo hacia delante olvidando lo que dejaba detrás. Manuel Vilas, en el
libro, le echa en cara algunos de esos olvidos. Nico, la modelo alemana que fue
cantante de The Velvet Underground,
es una de las que tiene reproches para él. España, como ente, también.
Manuel Vilas:
Este es el tercer libro de Manuel Vilas que leo. Leí antes la novela España y el libro de relatos Zeta. Ahora ha escrito un nuevo libro
que se llama América, que me imagino
que será lo que viene después de Lou Reed
era español en la lógica de su autor. España
à Lou Reed era español à
América. Mi limitada perspectiva sobre la obra de Manuel
Vilas, así como su pose en algunas entrevistas que he leído, o en artículos, me
llevan a pensar que Manuel Vilas escribe una gran novela que va presentando en
capítulos y que podría llamarse Manuel
Vilas presenta. Con sus ideas, bucles, obsesiones, músicas, frases. Es un
escritor de frase brillante y de ideas preclaras. Eso a veces es peligroso.
El libro:
Lou Reed era español es una especie
de libro de viajes. Basta ver esa ilustración de un Lou Reed desmejorado con peineta y pendiente molón para ver que es un libro particular. Lou Reed era español
ganó de hecho un premio de libro de viajes, el Premio Llanes de Viajes, bajo el
título Wild Side España. Un libro de
viajes en el espacio, el tiempo y la cultura. Un viaje, sobre todo, y como
parece lógico por el título, por España y por Lou Reed. Un viaje, sobre todo, y
como parece por todo lo que he leído del autor, por Manuel Vilas. Manuel Vilas
empieza siendo un adolescente de la provincia de Huesca que descubre a mediados
de los setenta un disco de Lou Reed y flipa. Literalmente. Empieza a
obsesionarse con la Voz y a ir en una peregrinación continua tras sus discos y cuando
sea un poco mayor, a sus conciertos. Vilas viaja por España y recorre el país y
va viendo su evolución. Lou Reed también la ve, aunque parece en todo momento
que Lou Reed la pasa por alto. En su primer concierto en Madrid, según nos
cuenta el libro, va al Prado y no se entera de nada, y descubre la cuajada, y
desde entonces la pide para que se la lleven a Nueva York. No sé si todo eso es
verdad, pero lo merece. Heroin y la
censura franquista. La leyenda drogota de Lou Reed. No hubo tanta heroína, dice
Vilas. Lou Reed fue un hombre de anfetaminas que cultivaba la leyenda de la
heroína. España echándole en cara los miles de enganchados y muertos que
aquella canción provocó. Creo que sobrevaloramos la importancia del arte. Vilas
dice que Lou Reed intelectualizó el rock. O algo así. Puede ser verdad. Pasan
los años y Lou Reed sigue volviendo a dar conciertos porque sus discos se
venden bastante bien. El libro presenta el rock como un circo, otra cadena de
producción más, en la que altas ventas implican conciertos y viceversa. El
mayor domador de ese circo es Mick Jagger. Los seguidores de Lou Reed deben
odiar a Mick Jagger y a Jim Morrison. Solo Lou Reed.
La forma del libro:
Lou Reed habla. España habla. Manuel Vilas habla. Manuel Vilas habla de Manuel
Vilas en tercera persona. Más conciertos. El desastre de concierto en el campo
del Moscardó. ¿A quién se le ocurrió la idea de llevar a Lou Reed a dar un
concierto en 1980 a un campo de fútbol de Usera? Lou Reed se va haciendo mayor
y da conciertos en Benicàssim, en San Sebastián, en Málaga, en Murcia.
Desdibuja su pasado y se inventa el presente. Descubre el tai – chi y se convierte
en alguien equilibrado. Seguramente es de esos que después de todos los excesos
del mundo no soporta que fumen a menos de treinta metros de él. Tiene el hígado
jodido y se está muriendo. Lou Reed también se va a morir, como todo hijo de
vecino. Son brillantes los momentos en los que Vilas dibuja a Lou Reed como un
hijo de vecino. ¿Se ponía Lou Reed bañador en verano? ¿Iba a la playa? ¿Se
ponía crema de protección solar? Qué buena está el agua de Madrid, le dice Lou
Reed a Laurie Anderson. Lou Reed es Lou Reed pero nunca dejó de tenerle miedo a
sus padres, los que nunca lo entendieron. Es difícil entender a Lou Reed. Es
difícil entender España. Pasan las décadas. Casi cuarenta años de conciertos.
Manuel Vilas deja de ser adolescente. O no.
Seguiremos leyendo
Felices lecturas
Sr. E
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