martes, 31 de mayo de 2016

Firma de ejemplares de "Mil dolores pequeños"

Hola lectores:



Este próximo jueves 2 de junio, a partir de las 19:00, estaré en la Caseta 270 de la Feria del Libro firmando en primicia ejemplares de mi primera novela, "Mil dolores pequeños", que prácticamente estará recién salida de la imprenta. 

Los editores de Baile del Sol han decidido volver a apostar por una obra mía. Será mi segunda experiencia como autor publicado y como firmante en tales menesteres, y será, igual que el año pasado con el libro de relatos "Beber durante el embarazo", en la caseta de la librería Punto y coma. 

Todos los lectores de Madrid están invitados a darse un paseo por la Feria del Libro, y acercarse por allí a echarle un ojo a esta novela. 

Os copio el texto de la contraportada, por si a alguien le despierta la curiosidad de acercarse a ella:

La vida nos va dibujando un camino de cicatrices en la espalda. Los mil dolores pequeños de los que habla el título de esta novela, primera del autor tras el libro de relatos "Beber durante el embarazo", van marcando nuestro rumbo y nuestros días. Crecemos entre rasguños y avanzamos en busca del siguiente tropezón.

El protagonista de esta novela de tono onírico debe acudir cada mañana, como un funcionario kafkiano, al Museo de la Memoria y el Olvido, donde está obligado a transcribir los recuerdos de una vida. Conectando con la poética de I remember de Joe Brainard y Je me souviens de Georges Perec, la narración avanza de manera no – lineal, caótica y trompicante, al modo en que la memoria y los sueños funcionan. Mil dolores pequeños nos traslada a la mente de un narrador incapacitado para olvidar y que, como un Sísifo posmoderno, carga con su maldición y revive constantemente los mismos momentos, algunos ni siquiera vividos directamente por él.


Este narrador y protagonista debe convivir con su memoria sin fin, mientras su padre sufre de Alzheimer. Debe sobrevivir a su maldición, que le sobrecarga el cerebro y pone en peligro su vida, poniéndolo a jugar a la ruleta rusa cada vez que vuelve a recorrer un pasaje conocido, un rostro de la infancia, una vieja canción. Y también debe asumir su condición de paria, como testigo impertinente que lo recuerda todo en un mundo empeñado en girar a la velocidad del olvido.
 

Feliz Feria del Libro y felices lecturas.

Sr. E

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