Lecturas para el
verano, alguna propuesta
El
blog se va a tomar el mes de agosto de vacaciones. Antes, dejará
algunas ideas para leer en días libres. Los libros no ayudarán a
que bajen las temperaturas de una ola de calor, pero la harán más
llevadera. Esta breve (por rápida, aunque será extensa en cuanto a
títulos recogidos) lista de libros es esencialmente la lista de mis
intereses y posibles lecturas para esta época. Son vacaciones, y
aunque realmente no leo más en vacaciones (incluso según semanas y
lugares diría que a veces leo menos), sí intento leer distinto. Se
reduce el tiempo de lectura diario en el transporte público (esa
bendición de las grandes ciudades, en las que, ya que no hay mal que
por bien no venga, disponemos de una hora o más muchos para leer
tranquilamente cada día) y aumentan momentos de lectura en parques,
playas, piscinas, etc. Cambian también mis preferencias, o quizá no
tanto, pero al menos parte de ellas. Y trato, de alguna manera,
recuperar aquellos veranos de mi infancia en los que pasaba horas
seguidas leyendo, muchas veces tumbado en el suelo, que era el lugar
más fresco de la casa en aquellos años sin internet ni aire
acondicionado. Ahora leo por la tarde con el aire acondicionado
puesto y el móvil insistiendo en romper mi concentración (aunque
por suerte es posible silenciarlo). No obstante, una de mis
constantes de lector de verano sí trata de conectar con aquel niño
y lo hace a través de libros del siglo XIX, clásicos entretenidos,
de misterio, terror o aventuras, que me retraigan a las lecturas
iniciales de Drácula, El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde o
El conde de Montecristo. Como profesor, mis años mentales empiezan
en septiembre y acaban en junio, y el verano me vale como prórroga
en la que terminar ciclos de lectura, así que también aprovecho el
verano para intentar leer libros a los que no he podido acercarme
durante el invierno (para lo cual ayuda que la afluencia a las
bibliotecas se reduce, y libros que siempre están prestados vuelven
a sus estanterías), tanto narrativa como ensayo. Por último, me
encanta abandonarme en verano a la lectura de Cuentos completos de
algún autor, y cada verano trato de elegir uno o dos en los que
concentrarme.
Pasamos a los
libros, que organizaremos más o menos temáticamente.
Narrativa
contemporánea:
Homo Lubitz, de
Ricardo Menéndez Salmón: He leído (siempre con gusto e
interés) las novelas y los relatos de Ricardo Menéndez Salmón.
Hasta El sistema, que me pareció floja. Pero todo el mundo tiene un
mal libro. Y este libro, con aires cercanos a Don DeLillo (la
editorial, que es la de ambos, ha querido también marcarlo con la
portada), me ha interesado.
Departamento de
especulaciones, de Jenny Offill: Hace como un par de años que
escuché por primera vez buenas cosas sobre este libro. Su nombre ha
surgido periódicamente en conversaciones, lecturas, y me esperaba.
Siempre que lo he buscado ha estado prestado en la biblioteca, pero
casualmente estaba disponible en mi última visita.
El bigote y Una
semana en la nieve, de Emmanuele Carrère: A finales de junio
asistí a la charla que Carrère dio en Casa de América. Allí se
habló mucho (claro), de no – ficción, de sus novelas y proyectos.
Y hablaron de sus primeros trabajos, todavía en los años ochenta,
particularmente de estas dos novelas, de las que se dijo que eran
buenas, sólidas, y tuvieron cierto reconocimiento. Me dieron ganas
de averiguar si aquel Carrère de treinta y pocos años era un buen
narrador y si quizá no hemos perdido a un novelista de ficción de
valor.
Fuego, de Joe
Hill: Hill, el hijo talentoso de Stephen King (hay otro hijo que
firma libros con su padre, un libro cuando menos prescindible),
publicó esta novela hace un par de años. Es de esos libros a los
que no te puedes acercar en la biblioteca, pero espero que el verano
cambie eso. Todo lo que he leído hasta ahora de Joe Hill está bien
armado, es adictivo, entretenido, es narrativa de terror de primera,
con todas las virtudes de los mejores libros de King y quizá incluso
algunas más.
Todo lo que no te
conté y Pequeños incendios por todas partes, de Celeste Ng: La
colección de Literatura Contemporánea de Alba se está convirtiendo
en una garantía de buena lectura para mí. En la Feria del Libro
estuve ojeando estos libros, aunque terminé por no comprarlos cuando
vi que estaban en la biblioteca que más visito. Historias de terror
cotidiano, de incomunicación familiar, odios larvados, explosiones.
Vida y muerte.
Posesión. Un
romance. De A. S. Byatt: Mucha gente (amigos, conocidos, y
también escritores a los que leo) han ido recomendándome con un
nivel de entusiasmo que te hace sentir mal no seguir a A. S. Byatt.
No sé muy bien por qué, pero no ha entrado todavía en mi dieta de
lecturas. Investigando un poco parece que esta es la novela ideal
para empezar con ella.
Libros sobre
escribir y escritores:
No creo que sea
necesario explicar demasiado de libros con estos títulos y nombres.
Simplemente intentaré aprovechar que tienen ediciones bastante
recientes y están en el mercado.
Diarios de Kafka
Cartas de
John Cheever
Cuentos completos
(o escogidos) de:
Vladimir Nabokov
Joy Williams
Isaac Bashevis
Singer
Ensayos sobre
temas variados:
Cronometrados. Cómo
el mundo se obsesionó con el tiempo, de Simon Garfield.
Historia alternativa
del siglo XX, de John Higgs
Del boxeo, de Joyce
Carol Oates
Confesiones de un
chef, de Anthony Bourdain
Manifiesto Redneck,
de Jim Goad
Las especias: historia de una tentación, de Jack Turner
Las especias: historia de una tentación, de Jack Turner
Clásicos que no
he leído todavía:
El agente secreto,
de Joseph Conrad
Trilogía de Los
sonámbulos, de Hermann Broch
El escarabajo, de
Richard Marsh
Oblómov, de Ivan
Goncharov
Libros (clásicos,
al menos de mi vida, aunque no todos ellos tengan esa consideración)
que me planteo releer en verano:
La Isla del Tesoro,
de R. L. Stevenson
La novela luminosa,
de Mario Levrero
Las aventuras de
Huckleberry Finn, de Mark Twain
Cuentos completos,
de Nikolai Gogol
La mancha humana y
Me casé con un comunista, de Philip Roth
Ruido de fondo, de
Don DeLillo
Cosas que los nietos
deberían saber, de Mark Oliver Everett
Historia argentina,
de Rodrigo Fresán
El umbral de la
noche, de Stephen King
Cuentos completos,
de J. G. Ballard
Seguiremos leyendo y
comentaremos algunos de estos libros en septiembre.
Felices lecturas
Sr. E
No leo prefiero ver netflix y peliculas
ResponderEliminarme ha gustado mucho tu reseña abrazo
Bienvenida,
Eliminarhay tiempo para todo, a veces para arriesgar en un libro entre series y películas.
Al respecto de las series y netflix, leí esto el otro día, lo dejo para reflexión
https://www.letraslibres.com/series-netflix-streaming-capitulo-por-dia-politica-para-ver-series