viernes, 3 de agosto de 2018

Algunos libros para el verano


Lecturas para el verano, alguna propuesta

El blog se va a tomar el mes de agosto de vacaciones. Antes, dejará algunas ideas para leer en días libres. Los libros no ayudarán a que bajen las temperaturas de una ola de calor, pero la harán más llevadera. Esta breve (por rápida, aunque será extensa en cuanto a títulos recogidos) lista de libros es esencialmente la lista de mis intereses y posibles lecturas para esta época. Son vacaciones, y aunque realmente no leo más en vacaciones (incluso según semanas y lugares diría que a veces leo menos), sí intento leer distinto. Se reduce el tiempo de lectura diario en el transporte público (esa bendición de las grandes ciudades, en las que, ya que no hay mal que por bien no venga, disponemos de una hora o más muchos para leer tranquilamente cada día) y aumentan momentos de lectura en parques, playas, piscinas, etc. Cambian también mis preferencias, o quizá no tanto, pero al menos parte de ellas. Y trato, de alguna manera, recuperar aquellos veranos de mi infancia en los que pasaba horas seguidas leyendo, muchas veces tumbado en el suelo, que era el lugar más fresco de la casa en aquellos años sin internet ni aire acondicionado. Ahora leo por la tarde con el aire acondicionado puesto y el móvil insistiendo en romper mi concentración (aunque por suerte es posible silenciarlo). No obstante, una de mis constantes de lector de verano sí trata de conectar con aquel niño y lo hace a través de libros del siglo XIX, clásicos entretenidos, de misterio, terror o aventuras, que me retraigan a las lecturas iniciales de Drácula, El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde o El conde de Montecristo. Como profesor, mis años mentales empiezan en septiembre y acaban en junio, y el verano me vale como prórroga en la que terminar ciclos de lectura, así que también aprovecho el verano para intentar leer libros a los que no he podido acercarme durante el invierno (para lo cual ayuda que la afluencia a las bibliotecas se reduce, y libros que siempre están prestados vuelven a sus estanterías), tanto narrativa como ensayo. Por último, me encanta abandonarme en verano a la lectura de Cuentos completos de algún autor, y cada verano trato de elegir uno o dos en los que concentrarme.

Pasamos a los libros, que organizaremos más o menos temáticamente.

Narrativa contemporánea:
Homo Lubitz, de Ricardo Menéndez Salmón: He leído (siempre con gusto e interés) las novelas y los relatos de Ricardo Menéndez Salmón. Hasta El sistema, que me pareció floja. Pero todo el mundo tiene un mal libro. Y este libro, con aires cercanos a Don DeLillo (la editorial, que es la de ambos, ha querido también marcarlo con la portada), me ha interesado.

Departamento de especulaciones, de Jenny Offill: Hace como un par de años que escuché por primera vez buenas cosas sobre este libro. Su nombre ha surgido periódicamente en conversaciones, lecturas, y me esperaba. Siempre que lo he buscado ha estado prestado en la biblioteca, pero casualmente estaba disponible en mi última visita.

El bigote y Una semana en la nieve, de Emmanuele Carrère: A finales de junio asistí a la charla que Carrère dio en Casa de América. Allí se habló mucho (claro), de no – ficción, de sus novelas y proyectos. Y hablaron de sus primeros trabajos, todavía en los años ochenta, particularmente de estas dos novelas, de las que se dijo que eran buenas, sólidas, y tuvieron cierto reconocimiento. Me dieron ganas de averiguar si aquel Carrère de treinta y pocos años era un buen narrador y si quizá no hemos perdido a un novelista de ficción de valor.

Fuego, de Joe Hill: Hill, el hijo talentoso de Stephen King (hay otro hijo que firma libros con su padre, un libro cuando menos prescindible), publicó esta novela hace un par de años. Es de esos libros a los que no te puedes acercar en la biblioteca, pero espero que el verano cambie eso. Todo lo que he leído hasta ahora de Joe Hill está bien armado, es adictivo, entretenido, es narrativa de terror de primera, con todas las virtudes de los mejores libros de King y quizá incluso algunas más.

Todo lo que no te conté y Pequeños incendios por todas partes, de Celeste Ng: La colección de Literatura Contemporánea de Alba se está convirtiendo en una garantía de buena lectura para mí. En la Feria del Libro estuve ojeando estos libros, aunque terminé por no comprarlos cuando vi que estaban en la biblioteca que más visito. Historias de terror cotidiano, de incomunicación familiar, odios larvados, explosiones. Vida y muerte.

Posesión. Un romance. De A. S. Byatt: Mucha gente (amigos, conocidos, y también escritores a los que leo) han ido recomendándome con un nivel de entusiasmo que te hace sentir mal no seguir a A. S. Byatt. No sé muy bien por qué, pero no ha entrado todavía en mi dieta de lecturas. Investigando un poco parece que esta es la novela ideal para empezar con ella.


Libros sobre escribir y escritores:
No creo que sea necesario explicar demasiado de libros con estos títulos y nombres. Simplemente intentaré aprovechar que tienen ediciones bastante recientes y están en el mercado.
Diarios de Kafka
Cartas de John Cheever

Cuentos completos (o escogidos) de:
Vladimir Nabokov
Joy Williams
Isaac Bashevis Singer

Ensayos sobre temas variados:
Cronometrados. Cómo el mundo se obsesionó con el tiempo, de Simon Garfield.
Historia alternativa del siglo XX, de John Higgs
Del boxeo, de Joyce Carol Oates
Confesiones de un chef, de Anthony Bourdain
Manifiesto Redneck, de Jim Goad
Las especias: historia de una tentación, de Jack Turner

Clásicos que no he leído todavía:
El agente secreto, de Joseph Conrad
Trilogía de Los sonámbulos, de Hermann Broch
El escarabajo, de Richard Marsh
Oblómov, de Ivan Goncharov

Libros (clásicos, al menos de mi vida, aunque no todos ellos tengan esa consideración) que me planteo releer en verano:
La Isla del Tesoro, de R. L. Stevenson
La novela luminosa, de Mario Levrero
Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain
Cuentos completos, de Nikolai Gogol
La mancha humana y Me casé con un comunista, de Philip Roth
Ruido de fondo, de Don DeLillo
Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett
Historia argentina, de Rodrigo Fresán
El umbral de la noche, de Stephen King
Cuentos completos, de J. G. Ballard

Seguiremos leyendo y comentaremos algunos de estos libros en septiembre.

Felices lecturas

Sr. E

2 comentarios:

  1. No leo prefiero ver netflix y peliculas
    me ha gustado mucho tu reseña abrazo

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    Respuestas
    1. Bienvenida,

      hay tiempo para todo, a veces para arriesgar en un libro entre series y películas.

      Al respecto de las series y netflix, leí esto el otro día, lo dejo para reflexión

      https://www.letraslibres.com/series-netflix-streaming-capitulo-por-dia-politica-para-ver-series

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